¿Cada día tiene un nombre, una vida? Paco Carreño encuentra ese nombre que se esconde en la vida de los días, y nominándolos, señala su propia vida de poeta y nos recuerda que lo divino es, al fin y al cabo, el pulso de un día cualquiera.
Hacerse añicos contra el suelo
ver si tiene un corazón
es todo lo que espera
este pájaro de vértigo.
(Día sin juicio)
Valoraciones
No hay valoraciones aún.